viernes, 26 de diciembre de 2008

De Regreso


Después de muchas semanas de ausencia involuntaria, estoy de regreso. Hay muchas lecturas que comentar y mucha música también para compartir. Voy a re-empezar por un clásico que hasta ahora tuve la oportunidad de leer: Ray Bradbury. Me lo recomendó una amiga en el mismo instante en que le comenté que me gusta la literatura fantástica. Al decirle que no lo conocía ni de nombre -así era-, ella se sorprendió un tanto (imagino que como cuando uno dice ser fan del futbol y no sabe quién diablos es Platini, Zico, Kempes... o la Chana Fernàndez). Se remangó las mangas de la blusa, se ajustó los lentes, sirvió una cerveza (para mi) un ron en las rocas (para ella)y alistó dos cigarros. No era para menos, después de tres o cuatro "combos" similares, entendí, saliendo de mi aletargada ignorancia, por qué era indispensable leer a Bradbury, sobre todo si uno andaba por allí diciéndole a medio mundo que le gustaba la literatura fantástica. Como no era su intención ni mi complejo el sentirme mal por no saber, agradecí mucho la tertulia y me hice del libro que más me había llamado la atención según ella me los había comentado. Así fue como llegué a "The Illustrated Man" (1951).