Una banda de vampiros hambrientos planean y llevan a cabo una "limpieza" en Barrow, Alaska, un pueblo situado bien al norte, lo suficiente para que en invierno tengan treinta días continuos sin ver la luz del sol.
El festín de sangre y carne roja se ve mermado por dos situaciones: gracias al intenso frío, los vampiros no pueden desarrollar todos sus especiales sentidos, por lo que algunos sobrevivientes pueden esconderse; y el sheriff del pueblo es un decidido policía que lidera a esos pocos sobrevivientes (incluyendo su esposa), a tal grado, que se autoinyecta sangre vampírica para hacerle frente a sus depredadores.
En ese marco transcurre toda la historia.
Al principio fue inventada por Steve Niles como mini serie de comics, la cual tuvo mucho éxito entre los fans de éste género, pero en los primeros intentos de hacerla audiovisual, las cosas no fueron muy bien.
Finalmente llegó la oportunidad y se filmó la película dirigida por David Slade y protagonizada por Josh Hartnett y Melissa George.
Aquí el vampirismo es tratado desde su interpretación pseudo científica, de que se trata de un virus que se contagia vía la sangre y la saliva. Lo creativo, más que la historia o los personajes, es el marco en que se desarrolla la historia, es decir, un pueblo en donde la luz del sol no existe durante todo un mes. En la realidad, en Barrow son 67 días de oscuridad, pero no es completa como en el comic o en la película. Además, incluso en invierno, hay vuelos diarios para otras partes del Estado y no queda completamente incomunicado durante ese período.
Los vampiros... son mejor logrados en el comic. Vicente, el líder, es un "elder" que siglos atrás fue traicionado por los seres humanos y gracias a él se mantuvo la especie. No sólo es una hambrienta fiera casi irracional, sino que es un sabio ser con siglos de vida, un noble en su especie.
En la continuación de la serie de comics, hay más misticismo que burda acción con sangre y laceraciones.
Sin embargo a mí la película me gustó, no será de mis favoritas, pero la espectacular forma que les dan a los vampiros, me deleitó. Me gusta el maquillaje que utilizaron, los caninos no son los únicos colmillos filosos y los ojos son negros, sin órbita, penetrantes. Estéticamente les brindaron un airte más fereal, fiero, endemoniado.
Habrá que ver si las secuelas que han hecho en los comics, los adaptan al celuloide. En una de éstas, la esposa del Sheriff se une a un vampiro que le enseña el secreto de cómo poder traer de vuelta a la existencia, a los no-muertos. Ella lo hace con su marido... pero es mordida, por éste.
El festín de sangre y carne roja se ve mermado por dos situaciones: gracias al intenso frío, los vampiros no pueden desarrollar todos sus especiales sentidos, por lo que algunos sobrevivientes pueden esconderse; y el sheriff del pueblo es un decidido policía que lidera a esos pocos sobrevivientes (incluyendo su esposa), a tal grado, que se autoinyecta sangre vampírica para hacerle frente a sus depredadores.
En ese marco transcurre toda la historia.
Al principio fue inventada por Steve Niles como mini serie de comics, la cual tuvo mucho éxito entre los fans de éste género, pero en los primeros intentos de hacerla audiovisual, las cosas no fueron muy bien.
Finalmente llegó la oportunidad y se filmó la película dirigida por David Slade y protagonizada por Josh Hartnett y Melissa George.
Aquí el vampirismo es tratado desde su interpretación pseudo científica, de que se trata de un virus que se contagia vía la sangre y la saliva. Lo creativo, más que la historia o los personajes, es el marco en que se desarrolla la historia, es decir, un pueblo en donde la luz del sol no existe durante todo un mes. En la realidad, en Barrow son 67 días de oscuridad, pero no es completa como en el comic o en la película. Además, incluso en invierno, hay vuelos diarios para otras partes del Estado y no queda completamente incomunicado durante ese período.
Los vampiros... son mejor logrados en el comic. Vicente, el líder, es un "elder" que siglos atrás fue traicionado por los seres humanos y gracias a él se mantuvo la especie. No sólo es una hambrienta fiera casi irracional, sino que es un sabio ser con siglos de vida, un noble en su especie.
En la continuación de la serie de comics, hay más misticismo que burda acción con sangre y laceraciones.
Sin embargo a mí la película me gustó, no será de mis favoritas, pero la espectacular forma que les dan a los vampiros, me deleitó. Me gusta el maquillaje que utilizaron, los caninos no son los únicos colmillos filosos y los ojos son negros, sin órbita, penetrantes. Estéticamente les brindaron un airte más fereal, fiero, endemoniado.
Habrá que ver si las secuelas que han hecho en los comics, los adaptan al celuloide. En una de éstas, la esposa del Sheriff se une a un vampiro que le enseña el secreto de cómo poder traer de vuelta a la existencia, a los no-muertos. Ella lo hace con su marido... pero es mordida, por éste.