Me he atrevido, de una manera por demás escuetísima y muy superficial, a identificar ciertas categorías en el cine de vampiros:
1. Una primera, la clásica, es la que no tenía otro motivo más que el terror. Provocar que el gran público se levantase de su butaca con el pulso tembloroso y la mirada nerviosa, esta gente caminaba con pasos cortos pero muy veloces de regreso a casa. Este cine era el más apegado a su predecesora, la literatura, del siglo XIX. Aquí la imagen y la historia se centraban en lo sobrenatural del monstruo, en su magia, en la impresión terrorífica que mostraba. Es de mencionar la obra clásica del género: "
Nosferatu" de Friedrich Wilhelm Murnau, 1922; que abre paso al largo camino que recorrerían los vampiros en el celuloide. También es imperioso nombrar a "
Drácula" de 1931 con el extraordinario Bela Lugosi. A Drácula y al vampiro del Siglo XX, lo inventó Lugosi y de allí mi segunda categoría.
2. Aquí, el vampiro pasa de ser el monstruo feo y deformado de Nosferatu, al aristócrata seductor y manipulador vestido con frac y capa de seda negra. En esta categoría entran el resto de obras de Lugosi y por supuesto, las de
Christopher Lee que si bien no inventó el estilo del nuevo vampiro, sí que le dio vida y lo supo calzar y proyectar. Es de mencionar, claro está, a la primera obra a color del género, que también sería la primera de Lee en el personaje: "The Horror of Drácula", 1958, y todas las demás que siguieron a manera de serie, por la productora "Hammer Films". Aquí en esta categoría yo renombraría a una excelente excepción, una obra de arte satírica, burlesca y de un extraordinario buen humor. Es la película de Roman Polanski: "The Fearless Vampire Killers” de 1967. También se le conoció como: “
Dance of the Vampires or Pardon Me, But Your Teeth are in My Neck”.
3. Luego vendrían los memorables ochentas y su fascinación por el culto a la juventud, a la disco y a la música pop. Aquí ya no es ni el monstruo sobrenatural ni el aristócrata seductor, acá son las bandas, las “gangs” de vampiros o de caza vampiros, entre mezclados con bandas de motociclistas, estrellas del rock o personajes por el estilo. Grandes ejemplos y dignas obras de ver son: “The Hunger”, 1983, con David Bowie y Catherine Denueve; también ¡cómo no mencionar!, a “
The Lost Boys”, con un extraordinario sondtrack.
4. Hay otra categoría que para mí, es aquella que busca centrarse en los libros, ser fiel a las historias originales y muy tratadas precisamente desde sus ambientes históricos. Muy al estilo de los libros de Anne Rice, recreando perfectamente bien sus ambientes. Ejemplos claros son precisamente la adaptación de su primera novela “
Interview with the vampire”, 1994; y “
Bram Stoker’s Drácula”, 1992, la extraordinaria obra de
Francis Ford Coppola. En este cine, considero que el interés del cineasta es la historia, la narrativa sustentada en un sentimiento desarrollado a través de líneas de tiempo y espacio.
5. Debo mencionar también la categoría que quizás llamaría ‘Gore’, aquí el centro de interés es la matanza, la sangre, la violencia. Hereda mucho de los ochentas en cuanto a la cultura pop y el culto a la juventud. Algunas que mencionaría son por ejemplo: “
From Dusk till Dawn”, 1996, de Robert Rodriguez y (¡como no podría ser!) Quentin Tarantino. Podría mencionar también a “Bordello of Blood”, 1996; y a “The Forsaken”, 2001.
6. Hay otra categoría que va más por la acción, la aventura y estilísticamente hablando, el “modo comic” de contar la historia. Hace buen uso de los efectos especiales, utiliza filtros que dan una impresión “muy azul” de la imagen y generalmente se nutren de historias y mitos antiguos con el uso de buenas peleas. Grandes ejemplos serían “Van Helsing” 2004, del extraordinario Stephen Sommers; “
Underworld”, 2003 y 2006 con la bellísima
Kate Beckinsale (también en Van Helsing), y la serie de “Blade”, 1998, 2002 y 2004, con Wesley Snipes.
7. Una categoría de películas menos conocidas, serían las que tienen como principal interés, la causa biológica y/o extraterrestre, del vampirismo. Aquí es un virus experimental o bien un injerto espacial, el gen del vampiro. Serían las más cercanas a una mezcla entre la ciencia ficción y el vampirismo. Por ejemplo “Lifeforce”, 1984; o bien “
Rabid” de 1977.
8. Otra categoría sería la erótica. En ésta, los vampiros son extremadamente sensuales y la trama se basa mucho sobre el “leit motive” erótico y sexual, tanto por la historia como por el rol del personaje. Algunas dignas de disfrutar serían: “Vampyros Lesbos”, 1974; o bien “
Innocent Blood”, 1992, que realmente no es “tan erótica”, pero tiene escenas realmente memorables.
9. Está también la categoría del “Anime” japonés, centrado en lo vampírico. Dignas obras serían: “Biohunter”, 1995; “Blood: the last vampire”, 2000; y personalmente la que más me gusta: “
Vampire Hunter D”, 1985.
10. A mi parecer la última categoría de cine vampiresco está por realizarse o más bien, se está cocinando en estos tiempos. Su centro de enfoque es la situación de conflicto interno del vampiro entre su “ser” y el “deber ser”. Dos características de esta categoría: el vampiro tiene crisis de conciencia; y está enamorado o enamorada de una personal mortal. Aún no ha salido al cine, pero en la televisión ya se ha concebido, al igual que en la literatura norteamericana. Por ejemplo en “Buffy, la caza vampiros”, la cazadora se enamora de un otrora terrible vampiro que hoy en día tiene crisis de culpabilidad. En tiempos más recientes, también está la serie “Moonlight”, su personaje principal es un detective vampiro que sufre su ser, trata de negarlo y de huir de él, sobre todo porque se enamora perdidamente de una mortal humana. Luego están los libros de la serie “Twilight” (que ya he comentado
aquí), de la norteamericana Sephenie Meyer, en donde también una mortal, en este caso adolescente, se enamora perdidamente de un vampiro que también posee crisis de identidad o de culpabilidad por lo que es. Es la adaptación al cine de este primer libro de la serie de Meyer, la que abrirá a mi parecer esta nueva “ola” de tratar al vampiro: con crisis de identidad, con culpabilidad y en una trama de drama por el amor imposible.